Un feto operado dentro del útero

Por primera vez en la historia de la medicina, un feto fue operado del corazón en el útero de su madre. El bebé nació poco después prematuramente y se encuentra en un estado sumamente crítico. La operación se llevó a cabo en el Guy’s hospital de Londres, uno de los centros médicos más avanzados del mundo en cirugía cardiovascular. El feto fue intervenido dos veces en el periodo de tiempo comprendido entre el 18 y el 28 del pasado mes de diciembre, inmediatamente antes de nacer el pasado día 4.

Los médicos detectaron que sufría un defecto congénito en su corazón, defecto que causa la muerte en el útero de la madre de la mayoría de los bebés que lo sufren. El defecto se conoce como estenosis aórtica, una extraña enfermedad que estrecha la válvula aórtica que regula el fluído de sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Los bebés que sufren este defecto y llegan a nacer, sobreviven apenas veinticuatro horas. La primera operación, consistente en intentar colocar en la aorta del feto un globo cateter que medía 3 milimetros de diámetro, se llevó a cabo cuando el feto tenía entre 31 y 33 semanas de vida.
«Mucha gente puede pensar que el feto sufrió, pero no se registró ningún síntoma que lo indicase», ha afirmado uno de los cirujanos que llevó a cabo la operación, definida en medios científicos como futurista. La intervención quirúrgica falló porque el cateter, fabricado en Estados Unidos e introducido con una aguja a través del pecho y el corazón por el abdomen y el útero de la madre, llegó a su destino pero con algunas complicaciones. Cuando el globo se dilataba con fluído para abrir así una válvula en el corazón del feto, explotó y se salió de la aguja en el viaje de retorno después de haber estado trabajando en el pequeño corazón por espacio de treinta minutos.

Diez días después se intentó una nueva operación utilizando el material más sofisticado que la microcirugía pone en manos de los especialistas. La intervención obtuvo mejores resultados al poner una menor cantidad de fluído en el globo que debía dilatar la válvula. La aventura de esta operación se llevó a cabo cuando se supo que si no se le operaba, el feto nacería muerto con toda la probabilidad.
Los latidos del corazón del feto se seguían a través de un monitor y tampoco en esta ocasión se registraron cambios que indicasen que el feto estaba sufriendo. Una tercera operación se llevó a cabo cuando el niño acababa de nacer prematuramente.

Desde el principio necesitó respiración mecánica. Los restos de un pequeñísimo balón de plástico están todavía en el corazón del primer bebé que ha sufrido una operación cardiaca antes de nacer, operación a la que de momento ha sobrevivido. En ambas intervenciones, la madre, que tiene 41 años y dos hijos, fue anestesiada localmente en la zona abdominal. La mujer quiso que su hijo fuese operado para ayudar de esta forma a una investigación que pueda salvar en el futuro a más niños aquejados de esta extraña enfermedad. Michael Tynan, profesor de cardiología infantil en el hospital Guy’s y jefe del equipo quirúrgico, señala que «tenemos la responsabilidad no sólo de ser capaces de realizar una operación, sino de discernir si se debe llevar a cabo». El pasado año, el mismo equipo realizó una operación a un feto en idénticas circunstancias pero el niño no logró sobrevivir y murió dentro del útero de la madre.

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